Tendencias del sector de la automoción
El #CongresoFaconauto ha sido una experiencia muy enriquecedora que nos ha permitido obtener un mayor conocimiento sobre las tendencias del sector automovilístico y su mercado. Las sesiones de networking, las exposiciones y las conferencias nos han permitido ahondar en la realidad del sector y en las predisposiciones de futuro.
Sobre el sector:
El sector de la distribución de automoción está en pleno cambio. Los tensores que están forzando el cambio son diversos y van desde el cambio de hábitos de las nuevas generaciones a la disrupción de tecnologías (coches eléctricos, autónomos…).
El sector de la automoción seguirá sensible a los cambios económicos, pues debemos tener presente que la compra de un vehículo es la segunda inversión más grande que asume cualquier familia (después de la hipoteca), por lo que el paro, la fiscalidad, la evolución de la economía tiene un impacto directo en la evolución de las ventas. Por otro lado, la UE tiene una clara apuesta por la red eléctrica de desplazamientos dentro del marco de la movilidad sostenible. Por lo que se prevé que suba la presión fiscal en los combustibles fósiles combinado con un incremento de los incentivos a VE.
A todo esto, hay que tener en cuenta que ya se han concretado iniciativas como la de cerrar el centro de Madrid a los coches de combustión. Estos cambios irán a más y serán cada vez más estrictos. E igual que Madrid, otras ciudades seguirán el camino.
Sobre el consumidor/usuario:
A este contexto no podemos dejar de sumarle los cambios de los propios usuarios. El modelo de compra, el perfil del consumidor, nuevas tecnologías etc. está cambiando el papel de la distribución.
La tendencia del modelo de consumo apunta a una necesaria mejora de la experiencia de compra, en la cual el usuario (que se informa por internet) se convierte en un experto del producto y únicamente accede al contacto físico para confirmar que su decisión es correcta.
En este sentido, las exposiciones, que se convierten en puntos de negociación de precios, deberían transformarse en puntos de prueba de la mano de expertos técnicos (no vendedores) que aporten un valor diferencial y una mejora en la experiencia de compra.
Sobre la distribución:
En base a esta reflexión acerca del cambio que se está produciendo, la distribución tiene que adaptarse poco a poco y modificar el esquema productivo y de costes de estructura y traducir esos ahorros en una mejora de la experiencia de compra como valor diferencial. Por ejemplo; entregar un vehículo en casa del cliente de la mano de un experto para una venta personalizada.
Otros aspectos que impactarán en el panorama actual con certeza son:
- La tendencia al teletrabajo (menos desplazamientos)
- Los modelos de Sharing (compartir antes que comprar)
- Las alternativas a la movilidad en coche (motosharing, patines eléctricos)
Sin embargo, el coche propio seguirá teniendo un papel relevante, ya que los medios de transporte clásicos (AVE, avión) tienen la limitación de que no nos llevan hasta el destino final.
En cuanto al negocio de la distribución, la apuesta de las marcas -en relación a nuevos vehículos-, pasará de un modelo (B2B) a uno (B2C) en la cual, la marca hará la venta on-line y tendrá el contacto directo con el cliente. La distribución, evolucionará hacia conceptos de agentes reparadores y zona de pruebas.
Sobre el producto:
Si hablamos de las nuevas tendencias tecnológicas, en concreto los vehículos eléctricos, la autonomía y los precios de los coches sigue siendo un limitante a la compra. La lógica dice que los precios bajaran en la medida en que aumenten las producciones y ayudas, pero al ritmo que marquen las marcas, ya que son parte afectada por los siguientes motivos:
- Las marcas tienen que revisar sus modelos productivos. Las líneas de montaje de un coche de combustión no son las mismas que un coche eléctrico. Y hay inversiones en fábricas que aún no han sido amortizadas.
- Las marcas tienen su propia red de distribución y tienen que gestionar el cambio de modelo para que les impacte lo menos posible.
- La rentabilidad de la distribución está en Postventa y taller. Eliminar la complejidad mecánica de la combustión tendrá una traducción directa en las horas de taller, por lo que de nuevo hay que gestionar este cambio y el impacto en sus cuentas de explotación.
Por lo tanto, el reto va a ser, como mejorar el margen de la venta frente a la previsible bajada de márgenes en la postventa.
A modo de resumen indicar que, el sector está en plena transformación, por lo que se hace más necesario que nunca tener sistemas de gestión robustos, flexibles y fiables que nos permitan centrarnos en la gestión del cambio y no en la generación de la información de negocio.
Es aquí donde SAIMA aporta mucho valor al disponer de una solución analítica – SAIMA AUTOMOTIVE – que permite tener un mayor control del negocio, detectar oportunidades y amenazas de forma temprana y alinear la visión estratégica con la ejecución diaria.
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